Mi vida la han marcado mujeres, para bien o para mal, mujeres grandes, pequeñas, unas mayores otras menores (no tanto), amores reales, ficticios, casi amores, y amores que nunca supe que eran amores.
Mujeres, divina necesidad, dolorosa maravilla, esas que dan la vida y que ha veces nos la quitan; las que nos hacen escribir, componer, pintar y esculpir, rostros, cuerpos, sombras; esas que hacen que el estúpido artista se justifique, dispuesto a la sangre por complacer los caprichos.
Yo puedo ser un ejemplo, o cualquier hombre que en su vida mujeres a amado, contemplado y anhelado.
Y ellas, campantes existen en nuestro mundo, sin conocer todo lo que modifican con un suspiro, todo lo que desaparece y se transfigura en el misterioso ir y venir de caderas.
Mis mujeres, casi todas reales, algunas solo sombras; mis mujeres, las que han hecho de mi vida, una vida sin arrepentimiento; mis mujeres, por las que mataría, por las que ya llore y por las que también reí.
Aquellas que me sacaron del foso cuando otras me habían metido en el; las que me recibieron en su piel, las que me ofrecieron el carmín, las que solo sonrieron o las que voltearon la mirada buscando algo mejor.
Para ustedes, que me han hecho el hombre que ahora soy, les dedico este temaso del maestro Sabina.
Mujeres, divina necesidad, dolorosa maravilla, esas que dan la vida y que ha veces nos la quitan; las que nos hacen escribir, componer, pintar y esculpir, rostros, cuerpos, sombras; esas que hacen que el estúpido artista se justifique, dispuesto a la sangre por complacer los caprichos.
Yo puedo ser un ejemplo, o cualquier hombre que en su vida mujeres a amado, contemplado y anhelado.
Y ellas, campantes existen en nuestro mundo, sin conocer todo lo que modifican con un suspiro, todo lo que desaparece y se transfigura en el misterioso ir y venir de caderas.
Mis mujeres, casi todas reales, algunas solo sombras; mis mujeres, las que han hecho de mi vida, una vida sin arrepentimiento; mis mujeres, por las que mataría, por las que ya llore y por las que también reí.
Aquellas que me sacaron del foso cuando otras me habían metido en el; las que me recibieron en su piel, las que me ofrecieron el carmín, las que solo sonrieron o las que voltearon la mirada buscando algo mejor.
Para ustedes, que me han hecho el hombre que ahora soy, les dedico este temaso del maestro Sabina.
4 comentarios:
Con dedicatoria y toda la vaina!...
Pues aca te dejo un coment para que mirés que pase por el blog :)
un saludo
y felices Fiestas
Gioconda
En un capitulo de Seinfeld se pone a divagar sobre la calentura de los hombres y que sin esta calentura jamas la civilizacion hubiese surgido. Por ejemplo, por las mujeres se construyeron las piramides, el puente san francisco, la estatua de la libertad, grandes ciudades, de han conquistado enormes territorios y han caido imperios.....todo para poder decir..."ves esto nena? lo hice yo....te gusta?...bueno, pues él no lo hizo...solo yo"
Igual tiene mucho sentido, yo me considero muy caliente y he logrado muchas cosas productivas con tal de jotear.
Que palabras mas llena de sabiduría
estoy completamente de acuerdo con Seinfeld y con su persona
eso
Mi niño escribe tan lindo, que deja con gusto a poco un besito
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