lunes, 18 de agosto de 2008

Hablar de mucho y de nada.


Cosas, han sucedido cosas. Mi madre lucha que lucha, el trabajo inestable como siempre, el corazón que se ocupaba, pero no, y casi me muero haciendo lo único que he amado de verdad (después de la familia, claro esta).

Quien me manda a meterme a un cajón a más de 2000 metros de altura, con uno de los temporales mas fuertes del año, nadie. Ahí estaba, mojado y con un frío de mierda, afirmando la carpa, pensando que todo se volaba y que las cosas se pondrían horribles. Pero tengo que aceptar que me esperaba algo como lo vivido, y pa que estamos con cosas, también sabía que iba a salir completo, aun que en un instante por mi mente se presentó la posibilidad de quedar ahí tirado, tieso y azulito por el frío, alimento refrigerado para cóndores. De todas formas el saldo final es positivo, pues de esas experiencias se sacan cosas en limpio y también la piel se curte, podré enfrentar situaciones más complejas, sin tiritar.

Otro tópico es el corazón, pues late late, pero solo solo. Las imágenes, las miradas, las palabras engañan y engatusan, sin querer o con maliciosa intención, pero al fin y al cabo, nada es lo que debiera, o lo que parece. De todas formas hay que asumirse sano y completo, listo para volver a estrellarse contra la gran muralla que es la existencia emocional. En fin, siempre tan lejos tan cerca, siempre como faltando la chaucha pal peso, resignado a la eterna fidelidad de la naturaleza, el cerro me es fiel, aunque ya me haya querido matar una vez (no será la ultima, eso lo tengo claro), quien te quiere te aporrea.

Finalmente, pareciera que no hay mucho que hablar o que contar, las situaciones están todas bizarras, extrañas, no hay esa tranquilidad que busco, siempre sucede lo mismo, pareciera que ahí esta, lo voy a tomar, pero se mueve al costado, nuevamente me acerco y nuevamente se mueve, pareciera que nunca lo alcanzo, pareciera que el status quo no es para mi, el ultimo minuto, el instante es mi existencia.

¿Y porque la nada? Pues nada es algo, indefinible, corpóreo, inmenso, infinito intangible, pero con forma. Es nada, y eso de a poco me rodea, pareciera que estoy flotando en la contradicción de lo atemporal, la suspensión, el epogé. A lo mejor me estoy tomando muy a pecho esto del ser y estar, juego verbal y existencial, pues uno tan solo esta y el resto de la vida no es más que una elaborada anécdota. Un día se deja de estar, y la anécdota termina, o se transforma, un mausoleo, una urna con cenizas.

¿Moraleja? Ninguna.
¿Interpretación? La que quieran.
¿Mensaje final? Pues no uno evidente.
¿Y cual sería? Que me hacías mucho bien.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Todo lo solido se desvanece en el aire

nom se si se aplica, pero me parece una buena frase

G dijo...

me gusta la manera que fluye...
es interesante

pareciera q nos vas contando...

mi favorito...

tu resumen final ^^

Anónimo dijo...

Ñau

Me gustó...pareciera que lo cuentas estando aun en los cerros.

El 2do parrafo me queda dando vueltas.

besos osito cuidate